martes, 16 de diciembre de 2008

Los padres implicados en la vida familiar son mejores directivos

Los padres que están implicados activamente en la vida familiar desempeñan mejor su labor como ejecutivos, según un estudio llevado a cabo por investigadores de Clark University y del Center for Creative Leadership, en Greensbor. El trabajo consistió en entrevistar a 347 jefes y ejecutivos, la mayoría de ellos de grandes empresas, respecto a su vida familiar. Después, hablaron con los compañeros de oficina (jefes y subordinados) de los entrevistados, que opinaban sobre su labor. De los 347 encuestados, 221 eran padres y casi todos (en concreto un 91%) estaban casados. Aquellos implicados plenamente en la vida familiar, tenían una mejor opinión de sus compañeros respecto a su profesionalidad. Según los responsables del estudio, la razón es que los padres de familia pueden hacer más de una cosa al mismo tiempo, gestionan mejor el estrés y negocian mejor. El estudio, publicado este mes en la revista Journal of Applied Psychology, contradice la idea convencional de que los padres se distraen fácilmente con sus responsabilidades familiares, en particular con sus hijos, y pierden eficacia. De hecho, hay cientos de estudios que parecen demostrar que la vida personal y profesional están en continuo conflicto, especialmente cuando se trata de mujeres con niños pequeños. Plenitud vital “Basándonos en estudios previos, teníamos la esperanza de que estas encuestas confirmaran que una implicación familiar da como resultado sentirse mejor en otros aspectos vitales. Ahora bien, lo novedoso es que muestra por primera vez que los padres implicados pueden mejorar en su trabajo”, comenta Marian Ruderman, co-autora del estudio y directora de investigación del prestigioso Center for Creative Leadership, en un comunicado hecho público por este centro. Asimismo, la finalidad del estudio era determinar cómo el compromiso matrimonial y con los hijos afecta al nivel de satisfacción vital y laboral. Además, sus responsables querían comprobar si dicho compromiso reducía la dedicación al trabajo o, por el contrario, mejoraba las habilidades de gestión. Menos estrés Ser capaces de dirigir las demandas de nuestros hijos y gestionar el hogar, posibilita enfrentarse mejor al estrés en el trabajo, en lugar de acrecentarlo. “La experiencia familiar proporciona jefes con sentimientos positivos que trasladan a su trabajo, haciendo éste mucho más sencillo”, dice otra de sus autoras, Laura Graves, de la Clark University. El estudio también asegura que la experiencia familiar permite a los jefes desarrollar su capacidad de tener en cuenta el punto de vista de los demás, una capacidad crítica a la hora de supervisar, trabajar en equipo o reportar con un estamento superior. “Mientras ejercemos como padres, tenemos la oportunidad de hacer muchas cosas que después tenemos que hacer también un nuestro trabajo, afirma Ruderman. “Tenemos que mejorar nuestras destrezas interpersonales. Es otra oportunidad para aprender de nuestras experiencias”, puntualiza. Muchas empresas gestionan sus recursos humanos en esta línea y ayudan a sus empleados a compatibilizar su vida laboral con su vida familiar. Un buen ejemplo de esto son Ernst &Young o Johnson & Johnson, que ofrecen horarios flexibles y servicio de guardería. Sacrificios No quiere decir que simplemente con tener un hijo vayamos a ser mejores jefes, pero sí que ayuda. Para medir el nivel de implicación de los entrevistados, los autores del estudio les plantearon preguntas respecto a si serían capaces de pasar más tiempo con sus hijos o respecto a si sacrificarían otras metas para atender mejor a su familia. Aquellos que sí que estaban dispuestos a hacer esos “sacrificios”, sacaban después mejor puntuación en las entrevistas hechas a sus compañeros de trabajo. Entre los encuestados también había padres solteros. En este caso, la valoración de compañeros no variaba respecto a la de aquellos que sí que estaban casados. “Aunque aquellos que tenían una relación de pareja feliz mostraban una mayor plenitud en sus vidas y en sus trabajos, las respuestas de sus compañeros no eran significativamente mejores respecto a la de los padres solteros. El matrimonio o la vida en pareja es un apoyo, pero no hace aumentar nuestras actitudes para dirigir, es nuestro compromiso con los hijos lo que realmente más repercute”, afirma Graves.

viernes, 12 de diciembre de 2008

LA FAMILIA Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

La imagen de los padres con los hijos reunidos en torno al televisor está en desuso. La familia es un concepto en plena mutación, al igual que la vieja televisión, a quien no le ha quedado más remedio que hacerse interactiva. Pero, ojo, porque, al parecer, no son los más 'modernitos' los más conectados: curiosamente, el uso de internet y la telefonía móvil es más habitual entre sujetos que pertenecen a una unidad familiar clásica. Al menos, así lo afirma un reciente estudio del Pew Internet and American Life Project sobre los hábitos de consumo de nuevas tecnologías en las familias estadounidenses.
El uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), según este estudio, refuerza los lazos familiares, al facilitar la comunicación entre los miembros de la familia. También crea nuevos hábitos, como navegar juntos por internet. Y nosotros, ¿de qué forma consumimos tecnología en familia en España? ¿Hasta qué punto existe un mercado tecnológico para las familias?
Algunos datos clave
En el último
estudio sobre uso de las TIC en los hogares, realizado por el Observatorio de red.es entre enero y marzo de este año, nos encontramos con una serie de datos bastante esclarecedores:
Más de siete millones de hogares españoles están conectados a internet. En el primer trimestre de 2008, se superan los siete millones de hogares conectados a la red (7.145.000), el 44,5% del total, con un incremento del 12% y de 4,5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año anterior.
El ordenador personal está presente en el 60% de hogares y en su mayoría se trata de modelos de sobremesa, aunque se mantiene un alto ritmo de crecimiento para el portátil.
Durante el primer trimestre de 2008, 16 millones de hogares españoles han efectuado un gasto total en servicios TIC (telefonía fija, móvil, Internet y TV pago) de 3.229 millones de euros, un 7,2% más que en el mismo periodo de 2007.
En cuanto a servicios destaca el aumento de internet en 4,5 puntos porcentuales en el último año y de tres décimas para la telefonía fija.
Por otra parte, si nos hacemos eco del estudio realizado por este mismo organismo sobre el perfil sociedemográfico de los internautas difundido en abril de este año, nos encontramos con la sorpresa de que el uso de internet está bastante igualado en un tramo de edad entre los 25 y los 55 años y que, ¡sorpresa!, las personas de edades comprendidas entre los 55 y los 64 años utilizan algo más la red que los jóvenes de entre 16 y 24 años.
Tampoco conviene olvidar el uso que los inmigrantes en España realizan de las nuevas tecnologías. La Asociación para el Conocimiento de la Población Inmigrante (ACPI), en su
Estudio de Medios para Inmigrantes de este año, revela que el uso del teléfono e internet por parte de los extranjeros que residen en nuestro país es muy intenso. Sin duda, la tecnología ayuda a mantener el contacto con las familias en los países de origen.
De hecho, consultar el correo electrónico y la comunicación vía chat se son dos de los usos más habituales de este sector de la población. El uso intensivo de las TIC por parte de algunos grupos de población inmigrante incluso está fomentando fenómenos como el de la aparición de
operadores de telecomunicaciones especializados en ciertas nacionalidades

martes, 9 de diciembre de 2008

RESPETO EN LA FAMILIA

Respeto y Maneras de Escuchar Efectivamente
Escuchar, realmente escuchar, puede mejorar la comunicación con nuestra familia y fomentar el respeto hacia otros. La comunicación empieza cuando escuchamos y luego indicamos que oímos lo que la persona está diciendo. Esto se demuestra atendiendo a la persona, manteniendo contacto visual, con el movimiento de nuestro cuerpo y usando escucha reflexiva.
Atendiendo (Contacto visual)--Atender significa que usted está mirando directamente a la persona que está hablando, en lugar de ver hacia los lados o de hacer algo más mientras le hablan. Usted está concentrado en lo que se está diciendo; quien habla es el centro de atención. Escuchar con atención es esencial para una comunicación positiva.
Escuchar sin interrupciones-- ¿Está su cuerpo indicando que usted está realmente escuchando? Use sonrisas y expresiones de entendimiento para comunicarle a la persona que habla que usted está escuchando. No es necesario que usted esté de acuerdo o en desacuerdo en ese momento. Es más importante para la persona que habla saber que sus palabras están siendo respetadas. Esto refuerza la comunicación.
Escucha reflexiva-- Escuchar reflexivamente involucra oír los sentimientos y significados de la persona que habla. Es la confirmación (en otras palabras) de lo que la persona está diciendo. Usted, en esencia, refleja las palabras de quien habla y las dice en sus propias palabras para asegurarle a la persona que habla que fue entendida. Este proceso da seguridad a quien habla, muestra respecto y demuestra que usted entiende claramente el mensaje. A través de una reflexión cuidadosa de las palabras que quien habla, usted puede clarificar el mensaje y desarrollar entendimiento mutuo.
A través de la escucha reflexiva y el intercambio cuidadoso de palabras, aprendemos que otras personas tienen sentimientos y opiniones importantes que necesitamos considerar. Aprender a entender la importancia de todas las ideas, no simplemente las nuestras, resulta en la resolución de problema sen forma exitosa y respeto mutuo.